La banda ancha es el único servicio que no ha perdido volumen durante el pasado año en el campo de las comunicaciones electrónicas. Según el Informe Anual de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), la recesión en España ha afectado al sector haciendo caer su facturación un 5,4 por ciento: se trata del primer descenso de la última década para un tipo de negocio acostumbrado al auge.La telefonía móvil es una de las grandes afectadas -registró un descenso del 4,1 por ciento en sus ingresos-. Sin embargo, la implantación de líneas de telefonía móvil ha seguido aumentando, aunque con un ritmo inferior al de años anteriores. En total, se alcanzaron los 51,1 millones de líneas.
Con respecto a las portabilidades, el informe confirma que durante el pasado año se registraron 4,5 millones de portabilidades móviles, que propiciaron la captación de cuota por parte de los operadores más pequeños.
Por último, la telefonía fija fue la que más sufrió los efectos de la crisis: su facturación cayó un 8,3 por ciento y registró una reducción neta de 242.252 líneas en el año, en especial en el segmento de negocios.
La banda ancha sostiene el sector
La banda ancha se ha convertido en la estabilizadora del sector: su facturación aumentó en un 2,2 por ciento, hasta alcanzar los 3.933 millones de euros y, además, sus líneas aumentaron en un 7,3 por ciento. Sin embargo, se trata de un incremento inferior al registrado en otros ejercicios. También ha crecido la velocidad de conexión: el 85 por ciento de las líneas tenían más de 3 megabits por segundo (Mbps).
Como elemento de empuje, el tráfico de datos en redes móviles se duplicó con respecto a 2008 gracias a los 'smartphones'. Además, no se registraron grandes cambios en lo que a precios se refiere, aunque sí que ha aumentado el número de promociones ofertadas por parte de las compañías, destinadas a captar clientes.
(elEconomista.es)
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